Inicio » Catálogo » El incesto: una modalidad relacional y un secreto bien guardado
Este relato sobre el incesto no tiene la intención, ni mucho menos la esperanza, de adentrarse en lo morboso y dañino que resulta dicha experiencia, es más bien todo lo contrario, el ir relatando paso a paso, paulatinamente, a través de mis ideas y de mi experiencia cercana con personas que lo han sufrido, la soledad y el aislamiento por el que pasan los seres humanos que sufren y aún continúan sufriendo abusos sexuales dentro de sus familias.
Para poder empezar a comprender dicho fenómeno, indicar que el abuso sexual no es una realidad tan aislada como la sociedad considera, ni un hecho tan poco frecuente que ocurre una vez cada cierto tiempo. Tampoco debemos alarmarnos y pensar que es una realidad que sucede todos los días. Los hechos siempre se deberían ubicar en su justo lugar, y para ello es necesario poder comprender lo que ocurre en el abuso sexual y más concretamente con el incesto. Solamente podemos abordar y tratar aquello que conocemos y para ello es preciso, a la vez que necesario, entrar en dicha realidad con el espíritu abierto, sin prejuicios ni ideas preconcebidas.
Un hecho a señalar es que, aún hoy en la actualidad, la sociedad permanece distante, alejada y desconoce la realidad, incidencia, y frecuencialidad del abuso sexual; permanece alejada sobre todo del dolor y sufrimiento de aquellas personas que lo sufren. Sin comprender su sufrimiento ni sus historias no se puede ayudar, siendo aún más fuerte y profundo el dolor, puesto que la sociedad permanece insensible a él. A veces, no hay mayor dolor que el de la propia soledad, en el abatimiento y en la certeza de que no se es comprendido. Ese dolor puede, tal vez, ser más crudo que el abuso mismo.