Inicio » Catálogo » Mercedes Pinto: una mujer precursora, una mujer trasnacional
Acercarnos a la historia de la mujer en Canarias y concretamente a aquellas cuya presencia en la esfera pública se dejó sentir, bien a través de sus acciones bien por medio del uso de la palabra o de la escritura, es aludir a Mercedes Pinto de Armas, una mujer cuya historia y trayectoria vital la convierten en una figura ilustre y admirable; una mujer progresista, defensora a ultranza de los derechos femeninos; una mujer que, se adelantó a su tiempo. Inmersa en una sociedad eminentemente patriarcal, luchó por mejorar su situación y la de otras muchas féminas, cuyo gran problema radicaba en el hecho mismo de ser mujer. En contra del sistema establecido, y de una situación personal que la ahogaba, se rebeló a conformarse con ser una hija «modélica», una esposa sufrida y sumisa, y una madre cuya vida diaria debía transcurrir inevitablemente tras las paredes del hogar, al servicio y cuidado de su familia.
Aunque Mercedes Pinto no contó con ninguna formación académica, fue una mujer autodidacta cuya fuerza e interés por la pedagogía y la cultura, así como su sensibilidad por los colectivos desfavorecidos y la sabiduría con la que emprendía todos y cada uno de sus actos, la llevaron a hacerse visible en la esfera pública, donde cobró gran protagonismo. Comprometida con la problemática de las mujeres y a la luz de la conciencia feminista, expresó sus ideas sobre la mujer moderna y habló sobre la importancia de la libertad y la necesidad de modificar las relaciones de subordinación que existían entre sexos.
Mercedes Pinto fue una mujer, una luchadora activista a quien sus acciones políticas, sociales y culturales le valieron el aprecio y el reconocimiento en los países latinoamericanos que la acogieron en su largo exilio: Uruguay, Chile, Cuba, México... En España su progresismo y sus aires modernistas hicieron que en la esfera pública recibiera muchas críticas, fundamentalmente de los medios conservadores, en una etapa histórica en la que los códigos socio-culturales masculinos negaban a las mujeres la visibilidad. No tuvo la misma consideración en los círculos liberales, en los que su persona y su obra fueron altamente estimadas, si bien ello no fue suficiente para que la canaria se quedara en España.