Inicio » Catálogo » Las Princesas de Canarias
El complejo enmarañado de las distintas mujeres pertenecientes a la nobleza indígena, que sobrevivieron a los sucesos acaecidos durante la conquista de las islas, ha sido el pretexto y quizá el objeto que nos ha movido a escribir este texto, a la luz de nuevas referencias que permiten irnos acercando a la realidad de su vidas en los años posteriores a la empresa militar. Además es una manera también de aunar los datos y las informaciones dispersas en distintos trabajos publicados en diferentes revistas, informes y crónicas.
Partimos de los comienzos del siglo XV, con las primeras mujeres a las cuales se les dio prestancia en cuanto a su origen, algunas de las cuales destacaron dentro de la propia sociedad insular que les tocó vivir, y concluimos con aquellas que sobrevivieron a las conquistas de Gran Canaria y Tenerife.
Historiadores y genealogistas, así como poetas y cronistas, se han ocupado de ellas, unos con mayor fortuna que otros. En las crónicas de la conquista, tanto en las de Lanzarote y Fuerteventura como en las de Gran Canaria, se hace referencia a algunas de estas infantas, deteniéndose en algunos casos en contarnos pasajes más que novelesco. Nuestros primeros poetas, tanto Cairasco como Viana, se recrean en hacer cantos de aquellas que más le llamaron la atención y en donde pesaba el mestizaje entre indígenas y conquistadores.
Los historiadores del pasado también recogen en sus escritos pasajes donde estas mujeres son protagonistas. Desde fray Juan de Sosa, Núñez de la Peña, Castillo y Viera y Clavijo hasta Millares Torres y Chil y Naranjo se detienen en ellas, aportando incluso documentación inédita, aunque en algunos casos cometen yerros. En el siglo XX Cioranescu, La Rosa Olivera y Rumeu de Armas, con nuevas aportaciones y nuevas informaciones documentales intentan desentrañar la madeja; Pérez Saavedra en sus estudios sobre la mujer indígena ayuda a una mayor precisión. N. Álamo nos recrea en un relato a una de ellas, natural de Gran Canaria, a la cual hace incluso hablar. A los genealogistas del ayer y de hoy, empezando por fray Juan Suárez de Quintana les ha interesado sobremanera las figuras de los últimos reyes indígenas y su descendencia, para entroncarlos con la población actual.