Inicio » Catálogo » Historia de los archivos de Canarias. Tomo II
Un nuevo tomo de la Historia de los Archivos de Canarias nace para satisfacción de los amantes de los documentos y de la investigación, y se cumple el deseo declarado en el primero tomo de convertirse en recurrente y en fuente abundante donde poder saciar los investigadores de nuestro pretérito insular su sed de orientación y búsqueda de los datos de su interés. Los archivos son la inteligencia y el cerebro de la sociedad que describen, por tanto no se pueden destruir, se tienen que conservar y se deben utilizar. Es lo único que quedará de nuestras actividades, por lo que se tienen que cuidar con esmero, defender con energía y nunca considerarlos como papeles viejos o inútiles. En otras palabras, se deben organizar, conocer y difundir para que la sociedad sepa de ellos y, a renglón seguido, los pueda consultar.
La continuidad en las cosas hasta se acabar es buena, y este segundo tomo de la Historia de los Archivos de Canarias es un elemento más de un continuo permanente; es decir, una parte de un todo homogéneo, unido por un elemento común que no es otro, en este caso, que los documentos, la información, los archivos y una profesión, la de archivero.
Este segundo tomo versa sobre tres grandes fondos documentales, cada uno de ellos correspondiente a tres grandes administraciones canarias: el Gobierno de Canarias (Los archivos de la administración autonómica, por M.C Ruiz-Benítez de Lugo y Mármol), el Tribunal Superior de Justicia en Canarias, antes nombrado como Real Audiencia de Canarias (Los archivos judiciales en Canarias, por M.A. Jiménez Betancor y R. Quintana Montesdeoca) y el desaparecido Tribunal de la Inquisición de Canarias (El Santo Oficio de la Santa Inquisición de Canarias, por F. Betancor Pérez). Todos siguen y respetan una misma estructura, pareja a la de los trabajos del tomo primero, para dar un equilibrio y uniformidad al conjunto, que se compone de los siguientes apartados definidos por la norma internacional ISAD (G): historia institucional, historia archivística, cuadros de clasificación y análisis de las series documentales más relevantes de cada uno de los fondos, ya que abarcar a todas ellas sería un reto excesivamente gravoso por su largueza y amplitud.
Los autores, todos ellos archiveros, conocen con todo detalle los fondos que analizan, así como las administraciones productoras de cada unos de ellos, por lo que la lectura de dichos trabajos descubrirá al lector muchos aspectos y posibilidades hasta ahora desconocidos.
Pues bien, los autores de este tomo segundo, al igual que lo hicieron los del primero, se ocupan con tenacidad y sin desfallecer ante las incomprensiones y obstáculos a que se enfrentan con cierta frecuencia para analizar, identificar, organizar, describir y poner en uso el patrimonio documental canario. Sus éxitos se sintetizan en los trabajos que componen el tomo II de la Historia de los Archivos de Canarias.