Inicio » Catálogo » Ninfas y pastores de Henares
Estamos seguros de que cuando en 1587 Bernardo González de Bobadilla tuvo en sus manos un ejemplar de la que hemos reconocido como única obra conocida suya, Ninfas y pastores de Henares, no se imaginó, ni por asomo, que su novela pastoril, impresa con bastantes erratas en la casa de Juan Gracián, la misma que dos años antes hizo lo propio con La Galatea cervantina, pasaría desapercibida para los lectores del momento; ni que sería objeto de menciones con evidente carga de menoscabo por parte de Cervantes en la primera parte del Quijote y en el Viaje del Parnaso. Tampoco pudo hacerse a la idea de que serían estos ataques del alcalaíno los que harían pervivir su nombre y el de su obra a través de la historiografía literaria de los cuatro siglos siguientes, que, todo hay que decirlo, no ha sido mucho más benévola con este, como se apunta en la portada de su ópera prima, estudiante salmantino «natural de las nombradas islas de Canarias», como declara en el prólogo sin que hasta ahora haya sido posible verificar ni su oriundez ni su condición estudiantil.